Hola, socio, -voceó, regresando, el de peor estampa-; nos mandó Barrera a quitate la mercancía, camiseta seleccion uruguaya 2022 y es mejó que te largues con ella. Salimos directamente de Tame; pero desde ayer le ordené al mulato Correa que extraviara hacia mi casa y se viniera contigo trayendo los cabayos. Sólo el juez de Orocué les expedía motu proprio boletas de comparendo, equivalente a letras de cambio, pues el oro corría a hablar por ellos, con tan descarada costumbre, camiseta seleccion inglesa 2022 que ya las órdenes judiciales se limitaban a decir: «Manden lo de este mes».
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